¿Es usted salvado?

“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.”

– I Juan 5:13

¿Por qué es tan importante saber que soy salvo y tengo vida eterna? Sabiendo que soy salvado eternamente, no tengo miedo de la muerte, porque sé que mi espíritu y mi alma serán llevados a la presencia de Dios y mi cuerpo será resucitado, glorificado y alistado para la eternidad. (2ª Corintios 5:8; Iª Corintios 15) Sabiendo que soy salvado de la penalidad del pecado y que un día seré salvado de la presencia del pecado, me hace entender que soy libre del poder del pecado ahora mismo. (Romanos 6)

Esa verdad me libra de la práctica destructiva del pecado y me capacita para vivir piadosamente y disfrutar de todos los infinitos beneficios de la salvación. Sabiendo que soy salvado da sentido y esperanza a mi vida presente. Estoy aquí para un propósito, para glorificar a mi Salvador y traer a otros a conocerle. (2ª Corintios 5:17—21)

Porque yo sirvo al Señor, yo sé que él suplirá todo lo que yo necesito en esta vida. (Filipenses 4:19) Todas las cosas obran juntas para mi bien. (Romanos 8:28) Él me guiará y me protegerá hasta que yo le vea cara a cara. (Salmo 23)

Gracias a Dios por el poder de la sangre derramada de Jesucristo que me hace entender que yo soy salvado eternamente.

Usted puede conocer la misma seguridad para usted mismo, si simplemente creyere y obedeciera los versos de la Biblia Juan 3:16 al 18

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” Juan 14:6 al 7

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí..”

Romanos 10:9 al 13

“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”