Una terrible enfermedad en una niña de 10 años hizo que toda su familia aceptara a Cristo tras la sanidad que recibió en uno de los pueblos más remotos de Asia.

Neina de 10 años, vive en un pueblo muy humilde de Asia, en donde no hay transporte y para cocina solo hay leña y algunos utensilios muy rudimentarios, ya que no hay electricidad, transporte ni comunicación.

Ella la mayor parte del tiempo, dice, ayudaba con las tareas domésticas a su madre, Jaslyn, y en varias oportunidades también iba en busca de la leña, y en esas oportunidades se lastimó uno de sus pies con una espina, por lo que cojeó hasta su casa aguantando el dolor; una vez en su casa, sus padres la llevaron al hospital y luego de varios días de tratamiento pudo volver a andar con su pie sano y realizar sus actividades de manera acostumbrada y “normal”.

Semanas más tarde, según el testimonio que brindó para Gospel for Asia, el dolor volvió sin explicación pues la herida había sanado pero entonces los médicos determinaron por medio de varias pruebas que la niña tenía cáncer, lo que causó gran desconsuelo en sus padres por no saber